El trampling es una práctica dentro del ámbito del fetichismo de pies donde una persona se para o camina sobre el cuerpo y la cara de otra persona de manera sumisa. Es más comúnmente realizada por una mujer sobre un hombre sumiso, y se puede hacer descalza, con calcetines, medias de nailon o zapatos. La persona que realiza el trampling típicamente camina, salta y pisa áreas como la espalda, el pecho, el estómago, los genitales y la cara, ocasionalmente incluso el cuello, lo que puede proporcionar estimulación sexual para algunos individuos.